Microcréditos con intereses del 6.000 %: así puedes recuperar tu dinero

Los microcréditos se caracterizan por ser préstamos de pequeñas cantidades que se devuelven en plazos muy cortos.

Hablamos de préstamos donde se prestan cantidades que no suelen superar los 500€. Además, uno de los atractivos que suelen ofrecer las financieras que comercializan esta clase de créditos es que su tramitación y concesión es muy rápida, en cuestión de minutos.

Por otro lado, las entidades suelen conceder estos préstamos de forma consecutiva a las personas que los soliciten, acumulando así los prestatarios decenas de créditos de pequeñas cantidades. Se suelen aprovechar de situaciones de necesidad urgente de financiación para conceder estos productos bancarios sin ofrecer muchas explicaciones.

De lo que no se informa por parte de los bancos que ofrecen este tipo de créditos es que los intereses de los micropréstamos superan en cuatrocientas veces o más el tipo de interés de un préstamo al consumo ordinario, como puede ser el de la compra de un coche o de una lavadora. Mientras estos últimos suelen poseer una TAE de entre el 9 y el 12%, los primeros pueden llegar hasta el 6.000 %.

Como consecuencia del elevado tipo de interés, los prestatarios pueden ejercitar acciones contra su entidad financiera y reclamar todo lo que exceda el capital que les ha sido prestado, dado que el préstamo tiene el carácter de usurario.

Por ejemplo, si el deudor solicitó prestados 1.000 euros, por los que tuvo que devolver adicionalmente 500 euros en concepto de intereses, comisiones y gastos, la entidad financiera será obligada a la devolución de esos 500 euros, más los intereses legales correspondientes.

En Hidalgo Abogados & Asesores, somos expertos en la reclamación de esta clase de productos. Ya son decenas los clientes que han obtenido el pago de los intereses, comisiones y gastos en los que tuvieron que incurrir como consecuencia de la contratación de esta clase de micropréstamos.

Es indiferente si el préstamo ya se encuentra cancelado, pendiente de pago o no se conserva la documentación. En cualquiera de estos supuestos se pueden iniciar acciones legales para reclamar su nulidad.