Errores contables que pueden provocar una inspección de Hacienda

La contabilidad no es un simple proceso mecánico de introducir facturas en un programa contable, sino que es una disciplina técnica que permite llevar un registro detallado y sistemático de las transacciones económicas.
La finalidad de la contabilidad es proveer de los datos económicos y financieros que permiten conocer la situación del negocio o de la empresa y la toma de decisiones empresariales.
Los errores contables pueden acarrear sanciones y multas por parte de la Hacienda Pública, especialmente si implican una inexactitud en la facturación, omisión de datos fiscales o incorrecta anotación de operaciones
Las consecuencias van desde multas por infracciones leves hasta multas más graves por ocultación o el uso de medios fraudulentos, afectando también la salud financiera de la empresa al generar una mala toma de decisiones y problemas de liquidez.
Si nos referimos a las consecuencias en relación con la Hacienda Pública las más comunes serían:
- Sanciones económicas: las multas pueden oscilar, dependiendo de la gravedad de la infracción (leve, grave o muy grave), de si hubo ocultación y del grado de colaboración.
- Recargos e intereses de demora: además de la sanción, se exigirán los intereses de demora correspondientes por el retraso en el ingreso de la deuda tributaria.
- Inspecciones: Los descuadres entre la contabilidad y las declaraciones fiscales (como el Impuesto sobre Sociedades o el IVA) son una señal de alerta que puede desencadenar una inspección detallada por parte de la Hacienda Pública.
- Delito fiscal: En casos muy graves, especialmente si se demuestra la intención de defraudar o se utiliza doble contabilidad, las consecuencias pueden ser penales.
Por otro lado, siendo un punto clave, serían los problemas financieros, concretamente:
- Mala toma de decisiones: la falta de datos fiables impide conocer la situación real de la empresa, lo que lleva a decisiones incorrectas.
- Problemas de liquidez: errores en el flujo de caja pueden generar dificultades para pagar a proveedores o cubrir gastos.
- Pérdida de beneficios: se pueden desaprovechar deducciones fiscales y oportunidades de negocio.
- Riesgos reputacionales: una contabilidad poco fiable puede generar desconfianza ante entidades bancarias y proveedores.
¿Cuáles son las situaciones más comunes que derivan en lo anterior?
- No expedir o rectificar facturas o incluso no incluir todos los datos obligatorios.
- No llevar o conservar los libros de registro contable.
- Uso de cuentas contables con un significado distinto al que les corresponde.
- Conciliación bancaria irregular o no realizarla.
- Contabilizar como gasto deducible algo que no lo es fiscalmente (ej: multas).
- No contabilizar correctamente amortizaciones o provisiones.
¿Cómo podemos evitar esta situación?
- Mantenerse al día: estar al tanto de los cambios normativos y fiscales para aplicar las reformas vigentes.
- Registro en tiempo real: anotar los ingresos y gastos de forma inmediata.
- Diferenciar finanzas: no mezclar gastos personales con los de la empresa.
- Conciliación bancaria: realizar conciliaciones periódicas para detectar y corregir descuadres.
- Revisión de facturas: asegurarse de que todas las facturas recibidas y emitidas sean correctas.
Por todo lo anterior, contar con un equipo experto será clave para una correcta llevanza de la contabilidad, cumplir con la normativa y mantener la tranquilidad de tu empresa. En Hidalgo Abogados y Asesores ayudamos a autónomos y pymes a llevar la contabilidad de la empresa con rigor, seguridad y confianza.
