¿Por qué conviene que el local del negocio no forme parte de la actividad empresarial? Claves contables y fiscales para tu empresa

En la gestión empresarial, hay decisiones que pueden marcar una gran diferencia a nivel fiscal, contable y patrimonial.
Una de ellas —y que a menudo pasa desapercibida— es la titularidad del local en el que ejerce la actividad la empresa. ¿Debe estar el local a nombre de la misma sociedad que desarrolla la actividad económica? ¿Es más conveniente que esté separado? Desde nuestro departamento fiscal-contable, analizamos las implicaciones y ventajas de que el local no esté integrado en la empresa de actividad.
¿Qué significa que el local esté “integrado” en la empresa?
Cuando el local está “integrado” en la empresa, nos referimos a que forma parte del activo de la sociedad operativa, es decir, la misma empresa que realiza la actividad (comercio, hostelería, servicios, etc.) es propietaria del inmueble.
Esto tiene consecuencias directas tanto a nivel contable como fiscal. En cambio, si el local está fuera del balance de la sociedad operativa (por ejemplo, propiedad de los socios o de otra sociedad patrimonial), se abre la puerta a importantes ventajas estratégicas.
Ventajas fiscales de separar el local de la actividad
Protección patrimonial
Separar el inmueble de la actividad protege el patrimonio ante los riesgos derivados de la misma. En caso de deudas, embargos o procedimientos concursales, el local queda fuera del alcance de los acreedores.
Optimización del IVA y deducciones
Cuando se arrienda el local desde una sociedad patrimonial o desde una persona física, se puede estructurar el arrendamiento con facturación sujeta a IVA, permitiendo deducir en la actividad el IVA soportado.
Transmisión más ventajosa
En caso de venta del negocio o del local, tener ambos separados permite gestionar mejor la tributación por la plusvalía, evitando sobrecostes por transmisión conjunta de activos y fondo de comercio.
Además, ante una posible venta de negocio ofrecemos a los compradores una situación más favorable: comprar solo el local, comprar la empresa de la actividad o comprar ambas. Esto permite agilizar el proceso de venta del negocio, evitando realizar una reestructuración empresarial, por ejemplo.
Claves para una buena gestión contable y fiscal
Contar con un servicio contable y fiscal especializado es fundamental para estructurar correctamente esta separación. Algunas acciones clave incluyen:
- Redactar contratos de arrendamiento entre sociedades vinculadas o socios.
- Gestionar adecuadamente la declaración de IVA (modelo 303) e informativas como el modelo 347.
- Aplicar las amortizaciones del local si está en sociedad patrimonial.
- Cumplir con la normativa sobre operaciones vinculadas (precios de mercado, documentación justificativa).
- Optimizar la tributación de rentas del arrendamiento.
- Conocer la normativa fiscal, ya que, en algunos casos, permite repartir dividendos sin tributación por parte de los socios.
¿Qué errores debes evitar?
- Adquirir el inmueble a nombre de la sociedad que realiza la actividad sin considerar las implicaciones fiscales a largo plazo.
- No documentar adecuadamente el alquiler si el local es de un socio.
- No revisar la repercusión del IVA en los alquileres internos.
- Mezclar patrimonio personal con actividad económica sin una estructura clara.
Separar el local del negocio no solo es una buena práctica fiscal y contable: es una decisión estratégica que protege tu patrimonio, mejora tus resultados y facilita la gestión de tu empresa. En Hidalgo Abogados y Asesores, te ayudamos a estructurar tu empresa de forma eficiente, cumpliendo con la normativa y aprovechando todas las ventajas fiscales disponibles.